miércoles, 29 de agosto de 2012

Una pequeña reflexión

Les quiero compartir algo que escribí hace unos años desde Roma, en el 2010 mientras estaba de intercambio. Casi que ya me había olvidado de este texto, pero hoy revisando cosas lo encontré y al releerlo me conmoví y me di cuenta de que lo que sentí en aquel momento no cambió en absoluto.
Quizá sirva como una pequeña reflexión sobre una realidad que se mantiene vigente. Más que una crítica es una vuelta a la esencia, a lo que nos pertenece, a los sentimientos que no quiero que una circunstancia y menos, un Gobierno, me puedan robar.



ARGENTINA, mi casa

La Argentina es un pedazo de tierra al sur del mundo. Una vez fue el lugar donde todos querían estar. Fue el lugar que acogió la apuesta de tantos extranjeros que soñaban con un futuro mejor. Fue en ese mismo lugar olvidado, donde los suelos florecían, la industria fluía, la clase media crecía, los trenes recorrían los extensos campos…

La educación del mismo modo prometía un futuro. Escuelas llenas de blancos guardapolvos, profesores con sed de enseñar a esos pequeñas mentes, los principios básicos para un futuro mejor. Los niños imaginándose crecer en un país verde, sano, amado, fuerte…
Ese lugar del que hablo, hoy es el mismo que el de antes. Sigue estando lejos, quizá, para algunos, en el fin del mundo. Sigue teniendo campos verdes, montañas, mar, ganado, vegetación, nieve, gente con potencial.

Pero el potencial se va. Esos corazones y esas mentes iluminadas abandonan su tierra en busca de un destino. Es lógico, todos soñamos con ver el fruto de nuestros años de estudio y dedicación. Pero la Argentina llora. La lluvia no es más que el llanto de nuestro país.
 Hoy en manos de la corrupción. En manos de un gobierno que no busca más que su propio bienestar económico. Hoy que el pueblo fue olvidado. Hoy que la clase media se derrumbó sustituyéndose por grandes aglomerados de desesperados, que han perdido la sed de desarrollo personal y han olvidado, o simplemente, no conocen lo que es la dedicación y la apuesta a una mejor calidad de vida a un país, porque no conocen el éxito y nadie les muestra el camino de la pasión por la cultura y el saber.

Hoy, entonces, las mentes más capacitadas profesional- e intelectualmente huyen al norte, al este o al oeste… pero se alejan. Las otras mentes que aquí quedan, las de la vieja escuela, esas que décadas atrás, sentadas de blanco en un pequeño pupitre miraban por la ventana e imaginaban el mundo correr hacia adelante. Esas, en su mayoría siguen aquí, en el sur. Siguen peleando por sus familias, pero son corazones desilusionados porque ante sus ojos un país se derrumbó. Ven crecer a sus hijos y los ven partir con la educación bajo sus brazos y con los ojos ansiosos de conquista.
Pero hay más, hay muchas más mentes brillantes aquí. Hay más potencial. Pero ese potencial fue secuestrado y corrompido por el poder de las drogas. La gente se volvió esclava del poder de sustancias. Los ciudadanos que tanto habían luchado por la democracia y la libertad, hoy se despojan de su individualidad y se trasforman en sirvientes de mafias y narcotraficantes. Ya no les interesa la política, la economía, la industria… Son prisioneros, viven hacinados en grandes “urbanizaciones” de chapa, conglomerados que crecen a paso agigantado.
Los políticos, con los ojos cubiertos con vendas, hablando y hablando. Hablando sin sentido, con eso, que no les permite mirar a su pueblo a los ojos y decirles: “¡Los voy a liberar!”.

Y el hambre crece, la delincuencia se apodera de la libertad de aquellos que no consumen drogas, pero que también son esclavos de la situación social, teniendo que vivir en barrios vigilados, saliendo a la mañana de sus casas sin saber si a la noche volverán a cenar con sus familias.

Yo apuesto al país, apuesto a que este país del sur que tanto floreció alguna vez va a volver. Apuesto por él porque me vio nacer, amo sus costumbres, su tradición, su olor.
 Pero es hora de que alguien le quite esa venda a los políticos, que de una vez por todas, alguien mire a su pueblo francamente, y, efectivamente lo libere.

Desde el viejo mundo, y más precisamente desde Italia, origen de tantos de nosotros, argentinos, miro el atlántico y extraño. Pero no extraño a la política ni a las instituciones, extraño el olor a pasto, extraño la esperanza de creer que algún día desde este lado, nos vuelvan a mirar como lo que fuimos. Soy joven y tengo hambre de libertad. Voy a luchar por esa libertad perdida, voy a luchar por que de una vez por todas, la riqueza estancada que nuestra tierra nos ofrece, vuelva a cautivar al mundo y, principalmente, a los ojos abandonados de la generación esclava.


Las fotos son de un gran artista, Pablo Cocito. (Pueden chusmear su web: www.pablococito.com).
Peace!

8 comentarios:

  1. volví a emocionarme!!! te quiero andre! keep writing!

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  2. Tenés tanta razón y que lindo que lo has podido explayar!!!! Tmb.me has emocionado!! Te felicito, pls seguí escribiendo, tus palabras conmueven mucho!!!! Sos escritora??? Increibles tus palabras...como tus recetas... Besuchis Maggie

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    1. Gracias Maggie!!! sos una divinaa! lejos de ser escritora aún, pero disfruto hacerlo! besotes

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  3. Dolores Meyer Arana30 de agosto de 2012, 8:23

    Hola Magguie,
    Conozco y trabajo con tu hermano Marcos en política, tratando de cambiarla desde abajo, desde el municipio.Qué impresionante tus palabras, todo se repite, la corrupción, el robo, las muertes a la salida de nuestras casas.No soy joven, soy abuela de 6 maravillosas niñas y creo que solo involucrándonos, lograremos cambiar los corruptos por los honestos. Tengo esperanza que va a aser así.
    Dolores Meyer Arana de Silveyra

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  4. Mientras la Argentina tenga semillas como vos querida Andrea, sus tierras volveran a florecer siempre.

    A los politicos de hoy dificilmente puedas quitrles la venda pero vos, y muchos como vos, podran ser nuestros politicos "sin venda" del futuro.

    Ahora si, tengo esperanzas.

    P

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  5. Buenisimo Andre!!! me encanto en serio! comprarto todo! un besote, sigan asi!!
    Cata

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  6. Andre, què bien me hace leer estos pensamientos tan bien redactados , con tanto sentimiento y sensibilidad , como es tu persona. Me hace bien, porque sos parte de la generacion del futuro que puede hacer el cambio. Segui escribiendo asi, como lo sentis, como sos vos, simplemente hermosa y sensible. Te quiero Carola

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    1. Gracias Carol por lo que decís! yo tb te quiero muchoo!

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